miércoles, 1 de abril de 2020

Escenarios de evaluación (I)

Hace unos días, Fernando Trujillo publicó en “El diario de la educación” cuatro posibles escenarios de evaluación para completar el curso y cumplimentar la tercera evaluación.

Dejando aparte la normativa, que ya se ve que en estos casos se puede “legislar” por vía de urgencia y realizar decretos, órdenes, instrucciones,… en un breve periodo de tiempo, voy a intentar dar mi opinión sobre dichos escenarios, por lo que recalco que son MIS opiniones. 

Antes de comenzar, quisiera reproducir unas declaraciones que ha realizado la viceconsejera de Educación de la Junta de Andalucía en la que dice: “... que las clases deberían volver después de Semana Santa, aunque ha admitido que es "posible" que no sea así y que la fecha de inicio se traslade a mediados de mayo”. También menciona este artículo que “Castillo ha precisado que se están elaborando instrucciones a los centros educativos para cerrar la segunda evaluación e iniciar la tercera evaluación a partir del 13 de abril”.


Sea como fuere, y como ninguno somos adivinos ni podemos augurar nuestro futuro, vamos a plantearnos los escenarios sin tener en cuenta si vamos a volver a las aulas o seguiremos en este periodo lectivo no presencial durante lo que resta de calendario escolar.

En principio, lo que estamos planteando ahora no es una "evaluación", sino cómo nos apañamos para calificar al alumnado, y si va a dar lugar a promocionar,... 

Esos cuatro escenarios son generales, y con sus pros/contras como dice Fernando, pero cada etapa es tan particular que necesita concretarse. Lo que sí es cierto, es que desde un punto de vista inclusivo, las necesidades de cada alumno o alumna deberían ser nuestra prioridad.


En cada escenario voy a tratar de especificar las distintas etapas, como ya he mencionado antes, por lo que hablaré de Infantil y Primaria, Sexto de Primaria (al ser un nivel que permite acceso a otra etapa), ESO, Cuarto de ESO, Bachillerato, Segundo de Bachillerato con la EBAU, Formación Profesional, Enseñanzas de Régimen Especial (EOI, Música y Danza) y por último Universidades. En algunos casos, los escenarios serán tan generales que incluyen todas las enseñanzas, y en otros habrá que especificar un poco más. No voy a repetir aquí todas las observaciones que se mencionan en el artículo, sino que esbozaré las situaciones.

Comenzamos. 

Escenario 1: La autonomía de los centros

En el primer escenario el Ministerio y las Comunidades Autónomas no toman ninguna decisión sino que invocan la autonomía de los centros de tal forma que sean éstos los que decidan.

Aclaremos. Los centros, dentro de su autonomía, deciden qué hacer. Lo mismo que han podido decidir si realizaban en estos momentos la segunda evaluación o la atrasaban, podrán decidir qué hacer en la tercera. Ahora bien, ¿cómo se consigue poner esa calificación? ¿En base a qué? ¿Sería una evaluación equitativa, pero sobre todo respetuosa con el alumnado que la reciba?
Por supuesto, si la decisión corresponde a cada centro, será cada uno de ellos los que tengan que asumir la responsabilidad de contestar si la calificación es la correcta teniendo en cuenta a cada alumno o alumna del centro. Es decir, no podemos pensar que la evaluación final es la “media” de las anteriores evaluaciones, de esa primera evaluación que se desarrolló con normalidad, de esta segunda evaluación que se ha desarrollado “como se ha podido” y de esa tercera que no sabemos cómo se hará, ya que ignoramos fecha de vuelta a las aulas (en el caso que se produzca), si el centro va a evaluar las tareas mandadas durante el periodo lectivo no presencial, cómo lo va a hacer teniendo en cuenta las circunstancias personales del alumnado, … qué instrumentos va a usar para ello, cómo va responder a la frase “los referentes de la evaluación son los criterios” …

En el caso que se produzca un regreso, por escaso que sea, sí podríamos hacer una evaluación, más o menos adecuada, y el centro podría decidir si tiene criterios suficientes para otorgar esa nota final. En caso contrario, por mucha autonomía que se le dé a los centros, la evaluación no sería ni continua, ni objetiva, ni personalizada. 

Podríamos pensar que este es el escenario ideal, ya que respetamos las opiniones y visiones del profesorado, como si estuviésemos en un periodo lectivo normal donde cada docente pone “sus” notas de acuerdo a “sus” criterios, pero tomarlo como norma general para todos los centros y todas las etapas, es impensable según mi opinión, salvo que volvamos a tener un periodo presencial que permita al docente evaluar y calificar. Pero ya digo, no es mi opinión. 

Os emplazo para la próxima entrada, con un nuevo análisis de escenarios propuestos.

Escenario 2: Ajuste del currículo
Escenario 3: Evaluación positiva condicionada
Escenario 4: Evaluación positiva sin condiciones
Conclusión.

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