jueves, 13 de diciembre de 2018

Acabando con la programación antes que ella acabe con nosotros.

Pues sí, os planteo la última entrada prevista sobre el tema de la programación didáctica. Esta es la quinta entrada que escribo sobre el tema que daría para muchas más, pero tampoco quiero abusar de vuestra paciencia. La primera entrada fue publicada en este mismo blog, y se titulaba "De la programación a la evaluación." Las tres siguientes se publicaron en el blog de evaluacción todas con el mismo nombre, aunque trataban aspectos distintos. La primera entrada se dedicaba a los aspectos generales de la programación, la segunda se centraba más en la etapa de primaria y en la tercera ya tratábamos la de secundaria obligatoria.

En estas entradas me comprometía a facilitar los modelos que se proponen en Séneca ya que hay centros que tienen ese apartado abierto y lo pueden realizar y otros que carecen de esa posibilidad. Con este trabajo he querido dar la oportunidad a cualquier centro para que tenga ese modelo "normalizado" de programación y que todas las programaciones tengan al menos los mismos apartados.

Todos esos modelos están en formato editable (documento de libre-office) y en pdf, tanto para la etapa de primaria como para los de secundaria obligatoria y se pueden conseguir en el site cuya dirección os enlazo a continuación:

Site sobre competencias, evaluación, programaciones y materiales varios.

Para la etapa de secundaria obligatoria se pueden encontrar los criterios relacionados con sus competencias y con los estándares que vienen asociados a cada uno.

Las programaciones de primera lengua extranjera coinciden en objetivos, criterios y estándares, además de en la mayor parte de los bloques de contenidos. La especificidad de cada idioma se encuentra en el quinto bloque de contenidos, que es específico para cada uno de los cinco idiomas fijados como lenguas extranjeras: alemán, italiano, inglés, francés y portugués. Lo mismo ocurre con las programaciones de dichos idiomas como segunda lengua extranjera.

En el diseño de ese modelo, me he atrevido a exponer algunas ideas propias por si ayudan a pensar y redactar las propias de cada centro. Aspectos tales como el uso de los instrumentos de evaluación (no siempre sirve el consabido examen), o la evaluación y/o calificación del alumnado con necesidades educativas.

Además, he incluído un apartado nuevo (no viene en el modelo oficial propuesto desde Consejería) al que denomino "listas de cotejo".

Personalmente sigo opinando que las listas de cotejo es la mejor opción para hacer una evaluación objetiva del desarrollo de las capacidades del alumnado. Una lista de cotejo basada en el criterio, desglosando apartados concretos de ese criterio (como ya mostraba en las entradas realizadas en evaluacción y que he mencionado antes).

Y, ¿si uso los estándares como lista de cotejo?

Vale, lo acepto, pero contesto con otra pregunta ¿Y los criterios que no tienen estándares? Los hay. Es por ello que, siguiendo el pensamiento de "la evaluación tiene que ser criterial", hago mi propuesta de lista.

Pero, ¿de dónde cojo las ideas para hacer esa lista de cotejo?

La propuesta que realizo es la que yo he seguido para realizar las que tengo hechas. Primero analizo el criterio. Eso es lo fundamental. Después veo estándares o indicadores y por último echo mano de los contenidos asociados al mismo.

Siguiendo ese proceso, estoy seguro que al menos salen cuatro o cinco aspectos que me van a permitir evaluar al alumnado en cada uno de los criterios y saber en qué grado de consecución de lo propuesto está cada uno de nuestros alumnos o alumnas.

¿Calificamos?

Una de las grandes dificultades que tenemos es encontrar el modo de calificar. No es la primera vez que expongo que una cosa es evaluar y otra calificar, y que no podemos basar una calificación en una nota obtenida mediante un instrumento.  Si aplicamos la calificación de esa forma, lo que estamos calificando es el instrumento, no el criterio, y por tanto, estamos dando una nota que no responde a la evaluación ni al criterio. Los instrumentos de evaluación son el medio que se debe usar para obtener la información sobre la consecución de lo que expone el criterio o de lo que yo he desglosado en esa lista de cotejo.

Estamos también acostumbrados (por lo menos yo) a hacer una rúbrica del instrumento y basarnos en la misma para obtener la calificación. Pero, ¿realmente estamos evaluando el criterio? Personalmente, tras darle muchas vueltas al tema, he llegado a la conclusión de que no puedo usar ese instrumento para calificar, sino para evaluar qué aspectos concretos se deben mejorar o se han conseguido.

La calificación la puedo establecer mediante la lista de cotejo, viendo los aspectos que se han tratado y los que se han conseguido. A partir de ahí, analizo causas, y planteo nuevos retos para conseguir por parte de todo el alumnado lo que "me falta".

En este mismo blog hay entradas donde se expone más detalladamente todo este proceso. Os invito a leerlas si es de vuestro interés. (De la evaluación a la calificación: "hagámoslo lo más fácil posible".)

La programación "finiquitada".

A por una próxima locura por mi parte. No os dejaré tranquilos.













2 comentarios:

  1. Buenas Enrique, he estado leyendo algunas entradas tuyas sobre la programación y la evaluación y te agradezco de antemano el trabajo realizado y el compartirlo abiertamente. Más o menos tengo claro las opciones que propones para la evaluación y calificación, que yo entiendo también que son cosas diferentes, aunque al final parece que lo que más importan es lo último. Hablas de indicadores, de listas de cotejo, de forma pura o mixta. Entiendo que hacer rúbricas de indicadores también es lo que se propone cuando se habla de rúbricas y no de rubricar instrumentos como se hace (ya sea cuaderno, un informe de algo, una exposición oral, etc.) y veo muy interesante y más fácil el uso de las listas de cotejo también, una vez que se tienen elaboradas. Mi duda es la siguiente: una vez que tengo mis rúbricas de indicadores o mis listas de cotejo elaboradas, ¿cómo aplicarlas a lo largo de una unidad o de un trimestre? Es decir, criterios "más actitudinales" como de participación, que los hay, por ejemplo en EF (Participa en juegos y actividades ...), ¿cómo veo yo si se consigue o no en una lista de cotejo o en una rúbrica de ese mismo indicador? Si elijo una lista de cotejo, no está tan clase que sea taxativamente Sí o No, pues en la participación hay ciertos matices (puede participar mucho o poco), con lo que entiendo que puede ser más conveniente evaluarlo o calificarlo con una rúbrica. Pero si lo evaluamos con una rúbrica, ¿cómo lo hago?, es decir, ¿qué sistemática puedo seguir para anotar, observar, registrar, etc., si un alumno participa o no, en qué momentos lo hago, qué registro puedo llevar de eso, etc.? No sé si me explico, pero ocurriría lo mismo con trabajos en grupo que se suelen hacer en clase y a los que se le pueden asociar indicadores como "CN.2.1.3. Utiliza estrategias para realizar trabajos de forma individual y en equipo, mostrando habilidades para la resolución pacífica de conflictos. (CSYC, SIEP)", donde me surgen las mismas dudas. Al final, cuando planteo este tipo de indicadores, siempre me quedo con la sensación de que los estoy evaluando subjetivamente, es decir, no sistemáticamente y tiene a evaluarlos al alza.

    Si puedes responderme a estas cuestiones te lo agradecería, pues me gustaría comenzar el segundo trimestre con estas dudas más o menos claras y avanzar en este sentido. Este es mi correo: nkzz83@hotmail.com. También te sigo en twitter, mi cuenta es la siguiente: @nsanrod.

    Te reitero mi agradecimiento por tu trabajo y tu generosidad al compartirlo.

    Felices Fiestas.

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  2. Gracias. Te contesto en breve a todo lo que pueda. Un saludo.

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