jueves, 12 de agosto de 2021

Ideas locas sobre la redacción de programaciones. (I)





        Hay algunos compañeros y compañeras que por correo o por DM me están haciendo preguntas que, en la medida que sé, les voy contestando. Son sobre todo personas que quieren ya presentarse a las oposiciones a Primaria el curso que viene (si es que las convocan). Siempre advierto que yo no soy preparador de oposiciones ni nada parecido, y que lo único que hago es expresar mis opiniones y cómo haría yo la cosas, que no tienen porqué ser correctas, ni mucho menos. Nadie tiene la verdad absoluta, y yo menos que nadie. Como dice mi perfil, intento regalar ideas locas que si a alguna persona les sirve, pues encantado. Dejo también la observación de que este diseño de programación y UDI tiene sus días contados. En cuanto entre el nuevo currículo LOMLOE, las cosas van a cambiar.

1.- ¿Qué currículo debo usar para hacer mi programación y mis UDI?

Si te vas a presentar en Andalucía, el currículo oficial, que está aprobado y que se pone en funcionamiento este septiembre es el que corresponde a la Orden de 15 de enero de 2021. Si tienes programaciones y UDI hechas de otras veces, mira si puedes aprovechar algo.

2.- ¿Qué modelo de programación diseñarías?

Ignoro si en todas las comunidades existen modelos de programación con sus correspondientes apartados ya definidos. En Andalucía, el programa de gestión de centros los tiene. Normalmente, en la normativa de la convocatoria de oposiciones establecen unos apartados mínimos que tienen que ir: (Atención a la diversidad, uso de las TIC,...) y por supuesto, el desarrollo de todos los elementos curriculares: objetivos, contenidos, criterios de evaluación, … aunque más bien destinados a la UDI que a la programación didáctica, aunque no debemos olvidar que se debería incluir en ese documento.

Yo voy a hacer una propuesta de apartados, que sería la que yo haría y la que veo más acorde con mi forma de pensar, siempre intentando englobar lo que creo que se pediría a nivel normativo.

Apartado 1.- Aspectos generales.

En este apartado concretaría o expondría los bloques más o menos obligatorios: 

  • Una breve contextualización de lo que dice la normativa sobre la materia de la que estoy haciendo la programación.

  • La justificación legal desde donde emana todo lo referido a la normativa de la materia (Reales Decretos, Decretos, Órdenes,.... tanto de currículo, como de evaluación, atención a la diversidad,...) Sería solo nombrarlos, sin entrar en más detalles.

  • Hacer una relación de los objetivos generales de la etapa, basándome sobre todo en la normativa curricular, haciendo mención de cómo el área aborda esos objetivos desde los propios que tiene el área.

  • La relación del área con el desarrollo de las competencias clave, qué es lo que aporta a cada una de ellas.

  • Qué elementos transversales, de los marcados en las distintas normativas se van a ir desarrollando a lo largo del curso y, a ser posible, cómo se haría.

  • Unas orientaciones metodológicas generales, sin entrar en detalles, puesto que lo más específico de la metodología se tendría que desarrollar en las Unidades Didácticas. Es más un índice razonado de “qué voy a hacer, cómo lo voy a hacer” y ambas cosas con un razonamiento fundamentado. Me refiero a trabajo colaborativo, Flipped, ABP, gamificación,...

  • Cómo voy a hacer la evaluación. Recalcar que los referentes (por lo menos por ahora) son los criterios de evaluación y que en base a ellos se realizará este proceso. Enumerar qué técnicas, instrumentos, etc se van a usar de forma generalizada y qué se pretende al usar esos y no otros. 

  • Los criterios de calificación, que no debemos confundirlos con los de evaluación. Los criterios de calificación son aquellos que nos llevan a convertir una evaluación en una nota. De dónde vamos a obtener ese número, si desde los criterios de evaluación (que sería lo lógico, puesto que son los referentes de la evaluación) o desde los instrumentos que voy a utilizar (lo que personalmente no me parece nada correcto). Si es desde los criterios de evaluación y pienso en que unos son más importantes que otros, debería hacer una ponderación de los mismos, y asignarles a cada uno un porcentaje de la nota final de esa calificación. Habría que explicar qué instrumentos y/o técnicas voy a usar para obtener la calificación de cada criterio, etc. 

  • Otro apartado de esta programación, que normalmente viene separado del resto, aunque personalmente lo introduciría en el bloque de metodología, es el de atención a la diversidad. No veo que haya que hacer un apartado separado cuando la atención a la diversidad debería ser una constante en nuestra metodología diaria. Pienso que al tratarlo de forma “externa” seguimos discriminando y pensando en alumnado especial. Pero ya sabemos que tanto a los tribunales de oposiciones como a los inspectores que se suponen “revisan” nuestras programaciones les gusta ver ese apartado bien separadito para que se vea lo inclusivos que somos. ¿Qué habría que poner en este apartado? Pues las líneas generales que después, en las UDI, se van a concretar en las distintas actividades que planteemos. Recursos como el uso de pictogramas, grabaciones de audio, personalización y adecuación de actividades (que no son las adaptaciones curriculares a las que estamos acostumbrados ni el uso de libros de niveles anteriores o las tan manidas fotocopias de fichas). La atención a la diversidad, por ejemplo, reseñada en la realización de una actividad que responde al enunciado de un criterio de evaluación o de un saber hacer, respetando la capacidad de cada uno. Planteando distintos niveles de la actividad (y para eso la taxonomía de Bloom, por ejemplo, con esa multitud de verbos nos puede ayudar) en la que un grupo interaccione y cada uno aporta según la capacidad, pero todos trabajando el mismo criterio de evaluación que va a ser el referente, como ya he dicho.

  • El desarrollo curricular, marcado por la normativa, y que actualmente consta de objetivos (en Andalucía están marcados a nivel de etapa de Primaria), contenidos, criterios de evaluación y estándares, desarrollados por ciclos. Es necesario entonces que si la programación la estamos haciendo para un nivel concreto, y como en ningún sitio de la normativa se especifica que haya que tratar, desarrollar y evaluar todos y cada uno de los criterios y contenidos del ciclo en cada nivel, pues tendremos que hacer una selección y decidir los que se van a tratar en el primer nivel del ciclo, en el segundo o en los dos. Una vez decidido esto, en el apartado dedicado a los criterios de evaluación, ponderaríamos solo aquellos que vamos a dar en nuestro nivel, y si queremos que aparezcan todos los criterios, incluso aquellos que no vamos a desarrollar en este nivel, bastaría con poner un cero en la ponderación de aquellos que no vamos a tratar.

  • Hay un último apartado que para mí me resulta de una importancia excepcional: La evaluación de la propia programación. Este documento (la programación didáctica) se suele elaborar al comienzo de curso y prácticamente no se vuelve a mirar (por lo menos esa es mi experiencia). Sin embargo mirarlo al final de curso no solo es conveniente, sino necesario. Además, está en la normativa: “Los maestros evaluarán tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de enseñanza y su propia práctica docente, para lo que establecerán indicadores de logro en las programaciones docentes.” Esta frase nos pide que hagamos un acto de autoevaluación de tres cosas, es decir, cómo se ha desarrollado el aprendizaje del alumnado, esa es la primera, la segunda sería el proceso de enseñanza, y la tercera nuestra propia práctica docente. Debemos insertar indicadores que nos lleven a un análisis y toma de decisiones. Si somos capaces de evaluar al alumnado, debemos ser capaces de enunciar unos indicadores reales que nos ofrezcan un correcto feedback y nos muestren el camino de la mejora, tanto en la programación, como en nuestra propia práctica educativa.




3.- ¿Y las UDI?

Las unidades didácticas son la concreción de esa programación a espacios temporales o conceptuales más definidos y cortos. Es decir, divido esa programación en partes, bien por interés temporal o por agrupación de criterios/contenidos. En las normativas de las oposiciones que he visto, normalmente exigen doce unidades didácticas en las que se debe recoger toda la programación diseñada para ese nivel.

¿Qué exigen que se mencione en esas unidades? Transcribo el párrafo de las oposiciones en Andalucía: 

“En su elaboración deberán concretarse los objetivos, los contenidos, las actividades de enseñanza y aprendizaje que se van a plantear en el aula, los procedimientos de evaluación y la atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo”. Creo que en la propuesta que hago a continuación se recogen todos esos apartados.

  • Los objetivos.

El primer bloque que yo desarrollaría, sería el que explicita qué quiero conseguir, es decir, los objetivos que yo me marco cuando estoy planteando la unidad. Qué capacidades y/o competencias quiero que logren o que desarrollen los alumnos y alumnas a los que va a ir dirigido todo el desarrollo de esta UDI. No se trata de hacer un copia/pega de los objetivos del área, sino de plasmar lo que realmente quiero conseguir. Si mi objetivo es que conozcan y se aprendan “los números romanos” (ahora que está este tema tan discutido) me parece que el objetivo se queda corto. El objetivo debería ser que sepan aplicar ese conocimiento en situaciones reales, que cuando vean en un texto “siglo XX” sepan que los hechos que se mencionan sucedieron en el siglo veinte, y que les sirva para localizar temporalmente lo que se describe en el mismo. No me puedo quedar en el mero conocimiento de las letras, de la posición o de cualquier otro aspecto. Mi objetivo es que vayan más allá y sepan aplicar ese conocimiento a situaciones reales, que lo transfieran, y no quedarme en la actividad de “¿qué número es este?” Por lo tanto, debo tener claro cuales son los objetivos que pretendo en esta unidad. Y si yo lo tengo claro, debo de formularlos de una forma clara, breve, concisa y, sobre todo, entendible por cualquier persona.


  • Los criterios de evaluación.

Tras este primer bloque, comenzaría el segundo, dedicado a los criterios de evaluación. Es la propia normativa la que me marca cuáles son los referentes en los que tengo que basarme para hacer una evaluación. Necesito, por lo tanto, transcribir los criterios que me vienen fijados en la normativa y que pertenecen a ese diseño curricular. ¿Cuántos criterios pongo? Pues todos los que se correspondan total o parcialmente con los objetivos que me he marcado. Van a ser los que me indiquen el grado de consecución o desarrollo de lo que me he propuesto. Me van a indicar también si hay alumnado que está teniendo problemas en el desarrollo de las propuestas y en dónde está ese problema, por lo que puedo actuar casi inmediatamente.

Sería necesario también, ya que lo encontramos en todas partes, hacer mención de las competencias que están relacionadas a estos criterios. Es colocar al final del enunciado del criterio las iniciales de la competencia relacionada. 


  • Contenidos.

Una vez que tengo claros los objetivos y los criterios de evaluación, me haría falta especificar qué contenidos son los necesarios trabajar para que sean capaces de realizar todo lo que les voy a proponer. Este apartado es fácil de rellenar, ya que, de nuevo, está marcado por la normativa. Me voy a la orden en la que se desarrolla el currículo y extraigo los contenidos necesarios. Los transcribo a este bloque y lo doy por finalizado.


Para no hacer esta entrada excesivamente larga, me he permitido dividirla en dos. Si deseas seguir leyendo, por favor, pulsa:

Acceso a la segunda parte de Ideas locas sobre la redacción de programaciones.


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