miércoles, 4 de abril de 2018

Caminando hacia la utopía.

Hace unos días tuve el placer de asistir a una charla con Coral Elizondo. En ella, Coral hacía mención de una frase con la que estoy de acuerdo al cien por cien:

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".

Tengo que pedir disculpas porque no conozco exactamente la autoría de dicha frase. Creo que es una mezcla de dos autores. La primera parte creo que pertenece a Fernando Birri, y Eduardo Galeano terminó de completarla. Si no es así, pido disculpas.

El mundo de la docencia en un camino hacia la utopía, eso no me lo puede negar nadie.  Hablar de inclusión, de metodologías activas, de desarrollo personalizado del alumnado, de la integración del currículo haciéndolo más atractivo, de lograr que todo lo que se enseña/aprende sirva para capacitar en la resolución de problemas que nos surgen en nuestra vida,... es una utopía, es ese horizonte que cada vez que damos un paso se nos atrasa uno o incluso dos pasos. Eso es así. Pero no podemos quedarnos en el mismo sitio mirando siempre el mismo horizonte. No podemos quedarnos en la playa, sentados y mirando a esa línea que se nos dibuja allá donde la vista termina.

Algunas personas me dirán que si me quedo sentado quizás pueda ver cómo un sol aparece o se oculta por dicho horizonte, y que eso sucede aunque yo no haga nada. Cierto, pero la inactividad me puede llevar al aburrimiento, y tras ver cincuenta veces ese mismo horizonte donde se van sucediendo de forma periódica ortos y ocasos me va a llevar seguro a desviar la mirada hacia otros lugares.

¿No os parece mejor adentrarse en las aguas e ir en busca de ese sol mecidos por las olas? ¿No preferís que ese navío que vosotros y vosotras manejáis os lleve hasta alta mar y que quizás en ese recorrido os puedan acompañar delfines o ballenas? Si uno se queda en la mera contemplación del horizonte se pierden muchas cosas.

Metáforas aparte. Mi propósito actual es la de iniciar una serie de entradas donde mostrar que aunque no alcancemos esa utopía, sí podemos dar una serie de pasos que nos van a permitir navegar, disfrutar del vaivén de las olas, (algunas veces también de alguna tormenta, no todo va a ser calma chicha), ver delfines y disfrutar del viaje.

Os presento el esquema que quiero seguir para adelantaros un poco el contenido.

1.- La necesidad del conocimiento personalizado del alumnado.
2.- El conocimiento del currículo ("Amigo Sancho, con la normativa hemos topado")
3.- La programación como reflejo del currículo.
4.- La metodología que se puede llevar para desarrollar capacidades.
5.- Entornos favorecedores del aprendizaje (en concreto el DUA)
6.- La evaluación, autoevaluación y coevaluación.
7.- La calificación.

Ya a esperar la primera entrada de la serie, que será en breve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario