viernes, 28 de septiembre de 2018

En evaluación ... (y 2)

Tal y como amenacé cuando difundí por twitter la anterior entrada: Otro nuevo granito que tendrá continuación:"En evaluación no hay que dar nada por supuesto."(Éste centrado en primaria)".

Pues bien, aquí está la continuación.

Si os digo la verdad, tengo tres ideas rondando la cabeza, una "acabar" (entre comillas ya que esto nunca se acabará) con el tema de la calificación siguiendo el planteamiento de la entrada anterior, hacer una análisis de las pruebas ESCALA (pruebas que se hace al alumnado de segundo de primaria en Andalucía) y por último analizar lo que también en esta comunidad autónoma se llaman "Indicadores homologados". Evidentemente, antes de analizar las dos últimas cosas, las explicaré detalladamente para que las personas que lean este blog desde fuera sepan de lo que estoy hablando.

Pero vamos a centrarnos, que estamos divagando.

En la anterior entrada, se expuso que no era necesario calificar al alumnado en cada una de las evaluaciones, Sino que la calificación se podía dejar para el final del curso, es decir, para aquella evaluación que se denomina "ordinaria" y es la que "permite" tomar las decisiones sobre promoción al ciclo siguiente. Digo ciclo ya que en los cursos impares de primaria se aconseja no hacer que un alumno o alumna repita.

Ignoro cual es el programa que se usa para la gestión de centros en otras comunidades autónomas, pero por las noticias que tengo parece que hay unas cuantas que están usando la misma base pero con distinto nombre.  En Andalucía, la gestión de los centros docentes no universitarios está centralizada en un portal que se denomina "Séneca". 

La verdad sea dicha, Séneca recoge todos aquellos aspectos que podamos pensar para la gestión de centros docentes no universitarios, desde la gestión del personal, matriculaciones, alumnado, gestión económica, formación del profesorado ... casi todo se puede hacer a través de este portal.

Pues bien, una de estas cosas que hace es la evaluación del alumnado, y se desarrolla ene las tres evaluaciones que marca la normativa, además de la ordinaria (que sería la final de cada curso). Evidentemente, permite imprimir el boletín de notas.

Mi gran duda era saber si el portal permitía no poner notas en las tres evaluaciones trimestrales y sí en la evaluación ordinaria (que en definitiva es la que hay que calificar). Pues sí, lo permite.

Perfectamente puedo dejar de poner calificaciones en la primera, segunda y tercera evaluación y cuando llegue junio introducir numeritos en la evaluación final y sacar el boletín de notas con esas calificaciones exclusivamente.

Por lo tanto, puedo plantearme muy seriamente hacer evaluaciones no numéricas y centrarme hasta que llegue la final en hacer evaluaciones cualitativas del alumnado, es decir, centrarme en qué es lo que ha conseguido ese alumno o alumna en concreto, cuáles son las dificultades que hemos visto y cómo podemos plantearnos trabajar con él, tanto a nivel docente como a nivel familiar para que consiga más cosas.

Está claro que la evaluación no debe centrarse en aquello que no ha logrado, sino en buscar la mejor manera y las mejores propuestas para que avance desde su propio nivel.  Si hacemos hincapié en lo no logrado lo que estamos haciendo es compararlo con un estándar grupal saltándonos las verdaderas posibilidades individuales.  Si bien, nos podemos fijar en aquello que no ha logrado, no es para castigar, sino para buscar alternativas para que lo logre.

Ya hemos realizado la evaluación inicial, estamos en estos momentos analizando los resultados.

Permitidme que haga un inciso. El otro día escuchaba cómo una inspectora decía a los directores de los centros que iban a revisar las actas de las evaluaciones iniciales, y que ya sabía que en aspecto formal iban a estar bien, pero que tenían que incluir una serie de aspectos para que estuvieran "a su gusto" (esto último es interpretación mía, evidentemente no lo dijo así).  Con lo de aspectos formales se refería al encabezamiento, hora de comienzo y final de la reunión, lugar, asistentes y/o ausentes, firma de la persona, ...  La mención de un acta completa se refería a que se debía de poner, además del análisis del grupo, el análisis del alumnado que iba a recibir algún tipo de refuerzo, en qué iba a consistir, quién se iba a encargar, cómo se iba a evaluar,... todo ello con nombre y apellidos.

Creo que pensando así volvemos a considerar al alumnado como un grupo homogéneo que todos tienen que ir por igual, al mismo ritmo,  Una evaluación inicial, pienso que debe darnos el conocimiento de cada una de las personas que conforman la clase, sobre todo las potencialidades de cada una de ellas. Por supuesto, nada de calificaciones.  Si unimos este pensamiento con lo que pide la inspección, el acta estaría formada, además de por el "análisis grupal" por un anexo donde se detallaría el punto de partida de cada uno de los alumnos y alumnas de la clase.

Y claro está, el "refuerzo" seguiría siendo no-inclusivo si pensamos que aunque se realice dentro del mismo aula, una persona se encarga del gran grupo, y otra persona se encarga de sentarse al lado del alumno o alumna haciendo un "apartado" del resto de los compañeros.
















jueves, 20 de septiembre de 2018

En evaluación no hay que dar nada por supuesto.

Aquí estoy de nuevo al ataque (en el buen sentido de la palabra).

Como menciono en el título de esta entrada, "En evaluación no hay que dar nada por supuesto". La tendencia natural de todo el mundo es "continuar con lo que se está haciendo" sobre todo si es cómodo hacerlo así y ya tengo la costumbre adquirida. Pero en educación no pasa esto, ni debería pasar. Me vais a decir que, precisamente en nuestro colectivo la "aclimatación" no existe, ya que cada cierto periodo de tiempo cambian leyes, currículo, metodologías, etc. Cierto, completamente de acuerdo, pero hay cosas que seguimos haciendo por inercia sin pensar que podemos cambiar y además estando de acuerdo con esa normativa tan cambiante.

Y en concreto me refiero al tema de la evaluación y calificación y la orden que desarrolla este aspecto. Me vais a permitir que analice la orden de evaluación de Andalucía, que es la que manejo más ya que mi labor se desarrolla en esta Comunidad Autónoma.

Aviso que ni soy inspector ni abogado experto en leyes, pero sí soy muy atrevido en comentar mis ideas. Si en el desarrollo de esta entrada veis algo que no es así os pido encarecidamente que me lo digáis.

La Orden que regula la evaluación en Andalucía en la etapa de Primaria es la de 4 de noviembre de 2015, y es a la que me voy a referir durante todo el tiempo. Si os doy pistas para investigar las que corresponden a la zona donde estéis, me alegraría.

Pues bien, en la orden citada ya en la introducción de la misma (reconozco que yo era delas personas que se iban directamente al articulado y me la saltaba), hay diversas cuestiones que son importantes.

Dejando a un lado que menciona el enfoque interdisciplinar que deberíamos de tener, que los criterios están expresados en términos de capacidades y esas cosas, ya menciona claramente que los criterios son los referentes de la evaluación.

Debo hacer mención a que hay una frase en esta introducción con la cual no estoy nada de acuerdo: "El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicó la Orden ECD/65/2015 de 21 de enero, ...   ... establece que la valoración del nivel competencial adquirido por el alumnado debe estar integrada con la evaluación de los contenidos de las distintas áreas"

¿Perdón?

Vamos a ver. De acuerdo en que las distintas áreas aportan a las competencias un valor de consecución de los grados que se vayan adquiriendo en cada momento por parte del alumnado, Hasta ahí, de acuerdo. Pero me resulta algo ¿incoherente? que se mencione que sean los contenidos de las distintas áreas las que den esa información. Ya sé que eso lo dice el ministerio, y que las Comunidades Autónomas deben acatar, pero si estamos pensando en desarrollo y logro de capacidades, lo de "contenidos" a mí, personalmente me chirría un poco, (o será que yo tengo una visión antigua de lo que significa esa palabra en el ámbito educativo).

Obviemos esta frase y sigamos.

Un poco más adelante tenemos ya una buena definición de lo que es evaluar:  "... en definitiva, a favorecer el éxito escolar del alumnado, en función de sus capacidades, sus intereses y sus expectativas", es decir, entiendo que es analizar dónde está el alumnado, qué puedo hacer yo como profe y qué pueden hacer ellos para avanzar teniendo en cuenta sus propias capacidades.

Llegados a este punto, comenzamos con el articulado.

Al finalizar el capítulo 1, el artículo 4 tiene una frase que debería pensarse detenidamente a la hora de la evaluación:


  • "El equipo docente llevará a cabo la evaluación mediante la observación continuada de la evolución del proceso de aprendizaje de cada alumno o alumna y de su maduración personal. Para ello deberá utilizar diferentes procedimientos, técnicas e instrumentos ajustados a los criterios de evaluación, así como a las características específicas del alumnado"

Estamos hablando del diseño de instrumentos ajustados a las características del alumnado y siempre, siempre ajustados a los criterios de evaluación, no a los contenidos. Es decir, tendríamos que diseñar instrumentos de evaluación que recojan claramente el criterio al que está referido dicho instrumento.

El proceso no estaría en la línea de

  1. Veo los contenidos que he dado
  2. Planteo el instrumento de evaluación
  3. Asocio el instrumento a los criterios de referencia.
sino que estaría formulado de otra forma:
  1. Analizo el criterio de evaluación (en su globalidad o en las partes en que haya secuenciado el mismo)
  2. Busco los instrumentos más adecuados para ello y se lo asocio. 
Es decir, Tengo un criterio que puedo evaluar con un simple registro anecdótico, pues asocio ese instrumento a ese criterio, o tengo un criterio que me permite ser evaluado con una prueba escrita, pues si prefiero esta forma, adelante.

Una observación que se me ocurre a partir de esto. La evaluación debe tener instrumentos que permitan que sea lo más objetiva posible, y que den una referencia correcta de dónde está el alumnado en cada momento. Esto se recoge claramente en el artículo 7 de la orden.

Y llegamos sin querer queriendo (cómo se nota que en mis tiempos veía "El chavo del ocho") al núcleo de lo que quería exponer: Los artículos 6 y 9 . El primero corresponde al epígrafe de la información a las familias sobre los procesos de evaluación y el segundo a las sesiones de evaluación. Ambos artículos están muy ligados, ya que en la sesión de evaluación se tratan los Emas que posteriormente se trasladan a la familia. 

Tenemos tres sesiones de evaluación y tres reuniones con la familia. Claramente coinciden con los tres grandes periodos lectivos, los tres trimestres.

Sin dar más rodeos: no encuentro en la orden ningún apartado donde diga que hay que calificar al alumnado en las tres sesiones de evaluación. La única referencia a la calificación que he encontrado (y me he leído la orden más de un par de veces) es en la evaluación final, donde sí aparecen explícitamente que hay que poner "numeritos" en las áreas y que el nivel competencial debe estar expresado en los tres grados marcados (Inicial, medio y avanzado).

¿Esto significa que no tenemos que dar "notas" en las evaluaciones? 

Un momento, soy atrevido pero no tanto.

Personalmente pienso que si la legislación no me obliga taxativamente a colocar una calificación en diciembre, por ejemplo, si no lo hago estaría dentro de la ley. (Uf, esto suena a anarquismo total). Ya he dicho que ni inspector, ni abogado, así que esto lo pongo en reserva.  También es cierto, que en el apartado cuatro del citado artículo 9 dice:

  • "En las sesiones de evaluación se acordará la información que, sobre el proceso personal de aprendizaje seguido, se transmitirá a cada alumno o alumna y a su familia, de acuerdo con lo recogido en el proyecto educativo del centro y en la normativa que resulte de aplicación. Esta información deberá indicar las posibles causas que inciden en el proceso de aprendizaje y en el rendimiento del alumnado, así como, en su caso, las recomendaciones u orientaciones para su mejora"
Vaya, qué poco dura la alegría en la casa del pobre.

Pero en fin, pensemos utópicamente.

Un centro pone en su proyecto educativo que no va a calificar al alumnado hasta la evaluación final, se lo explica a los padres y les da cuanta información requieran sobre el nuevo modelo que van a seguir para dar dicha información.

¿Qué habría que darles (por escrito, que lo pone la orden bien clarito) como resultado de la evaluación en cada trimestre?

En primer lugar, lo que marca la orden en el artículo 6:

  • "3. Al menos tres veces a lo largo del curso, las personas que ejerzan la tutoría informarán por escrito a los padres, madres o personas que ejerzan la tutela del alumnado sobre el aprovechamiento académico de éste y la evolución de su proceso educativo. esta información se referirá a los objetivos establecidos en el currículo y a los progresos y dificultades detectadas en el proceso de aprendizaje."

Me he permitido poner en letra negrita algunos aspectos. Eso es lo que tenemos que transmitir en cuanto a la información. Si el centro piensa que dentro del aprovechamiento académico no entra el dar una calificación, entiendo que no hay que darla (opinión personal, repito).

Ya veis, y a mí me ha pasado, he dado por supuesto que era obligatorio poner notas en cada una de las evaluaciones, por eso el título de esta entrada.

Y, ¿cómo podemos hacer esto de una manera que no sea dificultosa en exceso?

Los que me seguís en las redes sociales (hago un inciso para agradecer dos cosas, el que me sigáis y lo más importante, el que pueda recibir comentarios a favor o en contra de los que digo) sabéis que yo abogo por una evaluación basada en los criterios y desarrollada en listas de cotejo donde se contemple la evaluación tanto docente-disiente como la auto, y para ello proponía una serie de modelos que se pudiesen seguir.

Si un alumno o alumna tiene en su poder un cuaderno, desde el principio del curso, donde se encuentran los criterios y la lista de cotejo, y tanto él o ella, como el profesor o profesora pueden ir marcando logros, los padres tienen una información actualizada, y el informe final para cada evaluación se centraría más en qué aspectos ha conseguido, qué deficiencias y qué medidas vamos a tomar para darle un empujón y que tire "pa lante".

Os pongo a continuación un ejemplo de un criterio, desglosado en una lista de cotejo por si os sirve de inspiración. Puede servir tanto como cuaderno del alumnado como para el profesor.
















miércoles, 19 de septiembre de 2018

Un diálogo sobre la evaluación

Buenas noches. (Os dirijo este saludo ya que estoy escribiendo esta entrada cuando ya ha pasado la hora bruja)

Hoy he tenido la suerte de comentar con varios compañeros el tema de la evaluación (como no podía ser de otra forma, conociendo mi alto interés por saber opiniones y otros puntos de vista).

Uno de ellos me comentaba que la evaluación y la calificación, sobre todo la primera, se estaba convirtiendo en algo tan marcado y cerrado que estaba perdiendo el significado. ¿Dónde quedan los aspectos tan importantes en la docencia y que no aparecen en los criterios de evaluación? 

La normativa nos marca que son los criterios los que sirven de referente a la hora de evaluar, pero a nadie se le escapa que hay muchas "cosillas" que tenemos en cuenta y que no aparecen, salvo que encontremos un criterio en el cual podamos incluirlo. Mi respuesta ha sido clara, aunque reconozco que no convincente (tampoco pretendía serlo).

Le comentaba primero que una cosa era la calificación y otra la evaluación. En este punto estábamos de acuerdo ambos, todo sea dicho. 

Con respecto a la evaluación dialogábamos sobre si sólo había que tener en cuenta los criterios o habría algún otro aspecto que tuviéramos necesidad de abordar. Aquí ya discrepábamos un poco. Él daba más importancia al análisis de los procesos y resultados de las rúbricas de instrumentos mientras que yo exponía que eran dos cosas distintas pero complementarias.

Y me explico.

Yo puedo hacer una rúbrica de un instrumento. Puedo definir esa rúbrica en grados, y tratar distintos aspectos que se evalúan con dicho instrumento, o hacer una lista de cotejo para cada uno de los aspectos. Por ejemplo, 


Está claro que en este desarrollo. hay aspectos que habría que buscar bastante bien si se contemplan en un criterio. Probablemente nos demos cuenta que alguno de ellos, que nosotros consideramos básicos para obtener información del nivel del alumnado no lo contemplemos en el análisis criterios que hayamos hecho, Otros aspectos probablemente sí.

La idea está en que tenemos que distinguir entre lo que queremos evaluar y lo que nos marca la normativa. Ésta dice bien claro que tiene que ser criterial, y por lo tanto todo lo que salga del criterio no debe formar parte de la evaluación normativa.

Por lo tanto, una cosa es lo que nosotros queremos saber del alumnado, que nos permitirá saber el nivel que tiene en el desarrollo de los aspectos que nos interesa y otra cosa es la evaluación que llevará al final a la consecución de una calificación acorde a los logros que nos hemos marcado al desglosar el criterio mediante indicadores, estándares o listas de cotejo.

En principio esto puede parecer una doble evaluación, pues no, no es al principio, es que es una doble evaluación. 

Si hemos redactado listas de cotejo de los criterios (ya sabéis que yo abogo por esa línea por ser más objetiva a la hora de calificar), no puedo decir que no tengamos en cuenta los instrumentos de evaluación en los cuales veamos otros aspectos tan importantes como los que aparezcan en dichos criterios.

Ahora cambio de tercio.

Otro compañero me comentaba que no estamos haciendo la evaluación "por competencias", que las competencias no se evaluaban. 

Es verdad. Lo admito. No estoy evaluando por competencias de una forma directa. Indirectamente sí lo estoy haciendo, ya que los criterios están relacionados con las competencias, así que cuando se evalúa un criterio, éste aporta a la competencia un valor, así que, a través de ellos, obtenemos un grado competencial de cada una de las competencias.

Esta es la normativa. ¿Existe una forma directa de evaluar competencias?

Esa es la pregunta del millón. Para ello tendríamos que saber exactamente lo que evaluamos de cada competencia.  La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía publicó unas "Orientaciones para la descripción del nivel competencial adquirido por el alumnado" donde se describía en tres grados rubricados los niveles de logro en cada una de las competencias. ¿Podríamos tener este documento como base para una evaluación por competencias?

Como poder,... podemos. Pero si lo analizamos detenidamente, vemos que se nos queda corto y que hay muchas lagunas. Además,  no estaríamos cumpliendo con la norma de la evaluación por criterios, con lo que nos puede caer algún tirón de orejas.

Creo que por ahora, este tipo de evaluación por competencias "puras" está fuera de nuestro alcance.

Por supuesto, estoy abierto a cualquier sugerencia o a que me saquéis del error, en su caso. De todas maneras prometo seguir pensando.

Un saludo y hasta la próxima.






viernes, 10 de agosto de 2018

Borrador currículo secundaria en Andalucía. Algo cambia.

ANALISIS COMPARATIVO ENTRE LA ORDEN ACTUAL Y EL BORRADOR DEL CURRICULO DE SECUNDARIA.

Al igual que realicé con la orden de primaria, os comento ahora los cambios que he encontradon entre ñla orden actualmente vigente del currículo de secundaria con el borrador que se ha propuesto desde la Junta.

En principio no hay cambios sustanciales.

Lo primero que he encontrado es una fundamentación legal de la orden, haciendo mención a su adecuación a la ley de procedimiento administrativo.

Pasando ya al articulado en concreto, no voy a mencionar el cambio que algunos párrafos han tenido al haber incorporado y/o borrado algunos artículos. Es sólo un cambio de numeración que lo podéis ver en el documento. Siempre que he encontrado un cambio, lo he destacado poniendo la letra en negrita y en color verde.

En el artículo 2.3 (pág. 6 del documento) del borrador se ha incorporado una referencia a los estándares de aprendizaje, que en la orden actual no existía.

Desaparecen en algunos apartados la mención concreta a “enseñanzas académicas para la iniciación al Bachillerato o por la opción de enseñanzas aplicadas para la iniciación a la Formación Profesional,” cambiando a “enseñanzas académicas o por la opción de enseñanzas aplicadas” (pág. 13,34,...)

En el “Artículo 17. Información al alumnado y a sus padres, madres o quienes ejerzan su tutela legal”, apartado 4 (pág 18) se introduce también la palabra “titulación” en el borrador. En este mismo artículo, en el apartado 5 se cambia el término de “evaluación final” por “evaluación realizada a la finalización del curso”.

En el artículo 20, “Evaluación a la finalización de cada curso”, en el apartado 6 (pág. 23), en el que habla de ma mención honorífica o matrícula de honor, hay un cambio. En la actual orden se dice “Asimismo, aquellos alumnos o alumnas que, a la finalización del cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria hayan obtenido una media igual o superior a 9 en las calificaciones numéricas obtenidas en cada una de las materias cursadas en la etapa, podrán obtener la distinción de Matrícula de Honor. “, mientras que en el borrador se cambia el texto por “Asimismo, aquellos alumnos o alumnas que hayan obtenido en el cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria una nota media igual o superior a 9 podrán obtener la distinción de Matrícula de Honor. “ Es decir, para la mención se tiene en cuenta la nota media de todo el curso cuarto, y no de las asignaturas cursadas en la etapa.

En el artículo 21, apartado2 (pág 24), hablando de los principios y medidas para la evaluación del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, desaparece la mención concreta a la evaluación final. 

Hay una sección completa que desaparece, la referida a la “Evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria”.

A partir de este momento, tanto las secciones como los artículos cambian de numeración entre la orden actual y la que se propone.

La siguiente sección, la referida a la titulación sufre bastantes cambios, por lo que aconsejo su lectura completa. Va desde la página 29 a la 30 del documento comparativo. Desaparecen porcentajes y aparecen otras valoraciones.

En la sección séptima artículo 26 de la orden actual (sexta del borrador, artículo 25) desaparece la mención de “Asimismo, tendrá la consideración de documento oficial el relativo a la evaluación final de educación Secundaria Obligatoria.”

El artículo 27 también sufre un recorte, desapareciendo: “Asimismo, respecto a la evaluación final de etapa, en el expediente académico deberá consignarse, para cada opción superada por el alumno o alumna, la calificación numérica obtenida en cada una de las materias, así como la nota obtenida en la evaluación final y la calificación final resultante de la etapa en cada opción superada.”

Para no ser repetitivo, hay una cosa que desaparece en varios artículos, la mención a la evaluación final que se hacía. En todos los párrafos va desapareciendo dicha mención.

Todo el apartado de atención a la diversidad, programa de PMAR, etc no sufre grandes cambios, aunque es interesante que en el artículo 46 se diga “1. Dado el carácter específico de los programas de mejora del aprendizaje y del rendimiento, el alumnado no tendrá que recuperar las materias no superadas de cursos previos a su incorporación a uno de estos programas cuando dichas materias estuviesen incluidas en alguno de los ámbitos a los que se refiere el artículo 41.” Esto se repite otra vez en el artículo 46.3 del borrador (pág. 51).

Se incorpora también el siguiente texto: “5. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 2.4 del Real Decreto 562/2017, de 22 de junio, en el caso del alumnado que finalice la etapa después de haber cursado un programa de mejora del aprendizaje y el rendimiento, el cálculo de la calificación final se hará sin tener en cuenta las calificaciones obtenidas en materias que no hubiera superado antes de la fecha de su incorporación al programa, cuando dichas materias estuviesen incluidas en alguno de los ámbitos previstos en el artículo 19.3 del Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato, y el alumno o alumna hubiese superado dicho ámbito.”

Desaparecen todas las disposiciones transitorias referidas al curso 17/18, y se incorpora la del 18/19.

Y esto es todo, amigos. Como veis, y a la espera de ver si algo en el diseño de las áreas ha cambiado, la orden es prácticamente casi igual.

Si queréis ver el documento al quer hago referencia, lo tenéis en el siguiente enlace:


Un saludo y espero que os sirva.


martes, 31 de julio de 2018

¿Nuevo currículo en Andalucía? Va a ser que no.

ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE LA ORDEN DEL CURRÍCULO ACTUAL DE PRIMARIA Y EL BORRADOR DE LA NUEVA ORDEN.

Antes que nada, comentar que la orden actual y el borrador que se está publicitando son prácticamente idénticas. No voy a entrar en los apartados donde se desarrolla el currículo, ya que eso llevaría un poco más de tiempo, y a la vista del análisis comparativo que hago creo que no va a cambiar nada.

Dejo aparte las enmiendas del tipo de cambio de “educación primaria” a “Educación Primaria”, o de “Andalucía” a “Comunidad Autónoma de Andalucía”. (Todos esos cambios están destacados en el documento comparativo con letra de otro color).

La primera cosa que llama la atención es en el apartado introductorio donde se especifica que esta nueva orden cumple con la normativa (apartado que faltaba en la actual) establecida en las leyes de procedimiento administrativo etc., es por ello por lo que se publica este borrador.

También en esta parte introductoria, cambia el órgano que hace la propuesta, pasa de ser la Secretaría General a ser la Dirección General de Ordenación Educativa.

Pasamos al articulado.

El artículo 1 queda modificado de tal forma que desaparece el nombramiento explícito de los elementos curriculares y pasan a ser eso, “elementos que integran el currículo”.

El artículo 2 en su punto primero, se ha visto modificado también, y es aquí donde se hace mención a los elementos del currículo. En la actual orden sólo se mencionaban “los definidos en el artículo...”.

Este mismo artículo, se ve incrementado con otro apartado más, denominado “Áreas de conocimiento”. Este apartado nuevo lo único que hace es explicitar cuáles son las áreas troncales, específicas o de libre configuración autonómica. Esto ya se contemplaba en la distribución del horario, pero no aparecía en el articulado de la orden.

El apartado e) de este nuevo artículo, que no aparecía en la orden actual es interesante, ya que puede dar lugar a “diálogos pedagógicos” sobre su conveniencia o no. El apartado dice:

e) En el caso de que el alumnado presente dificultades de aprendizaje en la adquisición de la competencia en comunicación lingüística que le impidan seguir con aprovechamiento su proceso de aprendizaje, podrá cursar en lugar de la Segunda Lengua Extranjera, refuerzo del área de Lengua Castellana y Literatura.”

es decir, el alumnado que tenga dificultades en competencia lingüística, puede cursar “refuerzo en Lengua”. (Planteo tema: ¿hablamos de inclusión?)

Al haber introducido nuevos apartados en la orden, cambia también la numeración de los mismos, así como algunas referencias al Real Decreto, Decreto, … (remito al documento mencionado si se quiere ver).

Se modifica también la redacción del apartado sobre el mapa de desempeño, introduciendo la expresión “secuenciación de los objetivos”.

En cuanto a los artículos 3 al 7 queda prácticamente igual, modificándose la forma de clasificación de los apartados en el primero de ellos.

En el artículo 8, el dedicado a los horarios, desaparece una gran parte de lo expuesto en el apartado 3, donde se recalcaba la especial consideración de la Lengua, las Matemáticas y la Primera Lengua Extranjera, quedando redactado de la siguiente forma:

3. Los centros docentes, en el ejercicio de su autonomía organizativa y pedagógica, podrán adoptar distintas formas de organización del horario escolar en función de las necesidades de aprendizaje del alumnado, sin perjuicio de lo establecido en el apartado 1.”

Para acabar, se incluye una disposición transitoria para el curso 2018/2019, en cuanto a la distribución horaria.

En los anexos, se recoge dicha distribución horaria, y salvo error mío, yo no le veo diferencias entre el vigente y el que se propone, salvo en el asterisco que hace relación a las sesiones de libre disposición del centro.

En resumen, y a la espera de analizar si ha cambiado algo el desarrollo del currículo y del mapa curricular, etc, creo que esta orden es más una adaptación de términos legales que una “nueva orden de currículo”. Es decir, seguimos casi igual, y digo casi porque entiendo que con el refuerzo en lengua damos un paso atrás en la inclusión.

Podéis descargar el documento de análisis en formato pdf pulsando el siguiente ENLACE.



domingo, 8 de julio de 2018

Un movimiento imparable: " La a-calificación del alumnado" (I)

En estos días se está hablando mucho en las redes sociales de Cataluña.

Espera, espera. No voy en plan político ni independencia ni ...nada de eso. Voy en plan educativo. Te invito a seguir la lectura.

Pues bien,  como decía, está ahora en boca de todos (aunque debería decir. " en tuiters de todos") la noticia sobre la desaparición de las calificaciones numéricas en la secundaria.

Algunos aplauden la medida, otros se muestran más incrédulos, ... yo me atrevo a analizar un poco la normativa que regula ese aspecto y, a ser posible, adaptarla como si fuese un paso más hacia la teoría que siempre defiendo y que ya en otras entradas he expuesto.

Pero comencemos desde el principio, y aprovecho para pedir perdón si no he comprendido bien la normativa catalana. Si hay algo en lo que he errado, me encantaría que se me notificara.

El revuelo que esta ocurriendo en estos días sobre el tema, no sé a qué es debido, ya que en la etapa de primaria las calificaciones se quitaron hace años. En concreto, en 2015 apareció el "DECRETO 119/2015, de 23 de junio, de ordenación de las enseñanzas de la educación primaria." complementado por la "ORDEN ENS/164/2016, de 14 de junio, por la que se determinan el procedimiento y los documentos y requisitos formales del proceso de evaluación en la educación primaria."

En el desarrollo de ambos documentos, ya se exponía que las calificaciones numéricas desaparecían, y se redactaba del siguiente modo:"Los resultados de esta evaluación se expresarán en los siguientes términos: Adquisición excelente (AE), Adquisición notable (AN), Adquisición satisfactoria (AS) o No-adquisición (NA)."


La  etapa de primaria ya no trabajaba por calificaciones numéricas. Ahora le tocaba la reforma a la etapa de secundaria.

¿Es una gran paso? Evidentemente sí. Por supuesto, pero a la espera de que se instale esta reforma en la secundaria vamos a revisar lo que ocurre en primaria.

No voy a entrar en si los resultados son buenos o no, o si el modelo es exportable. Solo pretendo analizar el modelo.

Vamos con la normativa.  El Decreto establece el currículo. Según lo he visto,  está establecido por ámbitos, en concreto: lingüístico, matemático, conocimiento del medio, artístico, educación física y valores.  En el ámbito lingüístico se insertan las áreas de lengua catalana, castellana y lengua extranjera. En el ámbito matemático, el área de matemáticas. En el ámbito de conocimiento del medio, las áreas de naturales y.sociales. En el artístico el área de educación artística, que engloba visual, plástica, música y danza. El ámbito de educación física engloba al área del mismo nombre y, por último, el ámbito de la educación en valores se refiere a las áreas de valores sociales y cívicos o al área de religión.

En uno de los anexos, en concreto el segundo, se concreta el currículo. Los apartados de dicha concreción, por cierto, realizada por ciclos y no por niveles, desarrolla los contenidos y los criterios de evaluación por los que se ha de evaluar al alumnado.

Hay una cosa que me ha llamado la atención gratamente, la inclusión de la autoevaluación y coevaluación en la normativa, sobre todo en el apartado de "orientaciones para la evaluación". Frases como:

  • "Asimismo debe fomentar la participación de los alumnos, que deben implicarse siendo conscientes y reflexionando sobre qué aprenden, están aprendiendo o ya han aprendido, e interviniendo en la búsqueda de soluciones a sus dificultades de aprendizaje."

o

  • "Los maestros deben prever la utilización de diversos instrumentos de evaluación: discusiones en grupo grande y pequeño, preguntas y respuestas orales, trabajos individuales y en grupo, exposición en el aula de los trabajos, problemas o investigaciones hechas, realización de pruebas, etc. El conocimiento explícito por parte de los alumnos de los criterios de corrección de cada instrumento, a la vez que facilita el aprendizaje, da herramientas para nuevos aprendizajes. Todos estos instrumentos se complementan y proporcionan información a los maestros y los alumnos y deben ser utilizados en todos los momentos del proceso con el fin de detectar, seguir, regular y retroalimentar el proceso de enseñanza y de aprendizaje."

pueden ir en la línea de una buena evaluación.

Eso está recogido en el decreto mencionado. En la orden es donde aparecen los grados de consecución que mencionaba al principio.

Ya en este punto expreso mi desconocimiento en el laberinto educativo. Ignoro si los cuatro grados surgen a partir de los criterios de evaluación (supongo que sí), si mantienen relaciones estos criterios con las competencias de las dimensiones (no he visto ningún mapa curricular donde estén relacionadas), en fin, ya aquí tengo más dudas que certezas.

Algunos compañeros me han mencionado que los boletines informativos van por área y grados, sin llevar ninguna calificación, lo que me parece un gran avance.

Vaya por delante mi felicitación a la Consejería de Educación de la Generalidad Catalana por dar el paso de la abolición numérica, pero ya que el que escribe esto reside y trabaja en Andalucía, me voy a atrever a hacer una propuesta a la Junta para que lo estudie y si se puede, que nos dé una sorpresa a los que pensamos que las calificaciones numéricas no valen.

Yo sé que la implantación de un nuevo currículo por ahora es imposible, aunque sería lo deseable. Tampoco vamos a desmerecer todo el trabajo que se ha realizado en nuestra comunidad en cuanto al desarrollo del mapa curricular, así que comenzaré mi propuesta teniendo en cuenta ya el currículo establecido.

Lista de deseos para ver si me llega algo antes que me jubile.

1.-Los criterios de evaluación son la base fundamental del análisis de logros del alumnado. Un criterio no debe ser valorado con un número, sino que se puede especificar lo que se logra mediante los indicadores que ya se han establecido o mediante rúbrica/lista de cotejo del mismo indicador o criterio. No es decir al alumnado:"en este criterio tienes un siete", sino "has  logrado esto, sigue adelante para lograr más cosas".

2.- El alumnado no debe estar agrupado por la edad. Cada uno tenemos nuestro momento madurativo que la mayor parte de las veces no coincide con nuestra edad física. ¿Podríamos estudiar la posibilidad de un currículo adaptado y universal, progresivo y completo donde lo importante fuese desarrollar capacidades? ¿Modificamos el que tenemos?

3.- La evaluación sin números ni clasificaciones en palabras es la base de la enseñanza aprendizaje. ¿Modificamos los informes para que sean reales y nos dejamos de informes estándar aplicables a todos y todas? Creo que los docentes no tememos al trabajo. Lo que queremos es tener las cosas claras y un poco de visión de futuro.

(Continuará)











jueves, 21 de junio de 2018

El informe de evaluación, una propuesta mix.

Estamos acabando el curso. Es la hora de la elaboración de todo tipo de informes: boletines para las familias con las calificaciones, informe de grado de consecución de competencias, informes de transición entre etapas, informes de nivel, de resultados de las adaptaciones que hayamos podido realizar, de... ¿hace falta que siga?

Es más, si somos un "culillo de mal asiento", seguro que nos hemos inventado algo más de trabajo, como puede ser una encuesta de satisfacción de las familias o del alumnado hacia nuestra labor, el de autoevaluación del alumnado o uno que nos hagamos nosotros mismos sobre el desarrollo de nuestra labor, nuestra autoevaluación que es tan necesaria.

Sin embargo, hay un informe que me gustaría destacar porque creo que es importante: La información que les damos a las familias.

Creo que en todas las administraciones educativas, sea del país que sea o de la comunidad autónoma donde estemos trabajando, debemos seguir una normativa en la que se recogen los modelos de informes a la familia. Como eso es normativa, debemos seguirla a rajatabla, por lo que la calificación por áreas, la decisión sobre la promoción y todos esos aspectos obligatorios deben aparecer.

Sin embargo, podemos hacer un informe "complementario" en el que describamos todo aquello que nos interese transmitir.

¿Qué aspectos podemos destacar? Pues de todo. En este tendríamos la libertad absoluta de describir cualquier cosa, desde los logros más relevantes que haya conseguido cada alumno o alumna hasta una felicitación por cualquier cosa en la que se haya destacado. Personalmente pienso que debería estar formulado siempre con un lenguaje positivo. Se trata de reforzar, no de castigar, y creo que en eso estaréis de acuerdo conmigo.

Hay profesorado que está muy adelantado en este tema, otro que se limita a cumplimentar los informes obligatorios y otro que están en proceso de "intentar hacer algo", es decir, están en el camino.

La entrada de hoy esta dedicada a ese tercer grupo de docentes. Una profesora, con la cual trabajo habitualmente me propuso hacer un informe de evaluación "mix".

¿Qué es eso de mix?

Vale intento aclararlo, pero dejadme que comience por el principio. Esta profesora ha comenzado este año (en el tercer trimestre) a trabajar por proyectos, aunque principalmente lo ha realizado en el área de Lengua, aunque sin olvidar otras áreas relacionadas con la temática. Eso sí, se ha pasado todo el tercer trimestre con el mismo proyecto, comenzando con el mundo romano y acabando con la Edad Media.

El gran temor de esta profesora era la evaluación y calificación de este trabajazo. Así que llegamos a un "acuerdo" en el cual íbamos a tener reflejados dos aspectos: el "calificatorio" y el "evaluatorio". (Vaya palabros que me estoy inventando). Es decir, plantearlo de tal forma que permitiese cumplir con "lo de tener que poner nota" y además dar una información de los logros que ha tenido cada alumno y cada alumna de la clase.

Planteamos el trabajo con tres productos: El proyecto específico desde el área de lengua, con un cuadernillo denominado "Del garum al ketchup"; otro cuadernillo que se rellenaría al mismo tiempo que se realizara la visita al Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia"; y un último producto que se refería en concreto a la Edad Media con la confección de murales y un "examen" un poco especial que consistiría en una especie de esquema de relaciones al estilo del "visual thinking", "design thinking", mapa conceptual,...

El proyecto de trabajo del cuaderno "del garum al ketchup" estaba planteado a base de "fichas", y por lo tanto, para no cortar de raíz algo a lo que ya estaban acostumbrados tanto los propios alumnos y alumnas como las familias, habría una calificación de cada ficha. Las fichas que lo componen, están agrupadas en categorías: Fichas de respuestas a audiciones, sobre comprensión lectora, redacciones de textos cortos (entre 60 y 80 palabras), redacciones de textos largos (entre 100 y 120 palabras) y una última dedicada a gramática. De cada una de ellas había al menos dos fichas calificables.


Este cuadernillo estaba complementado con un libro de lectura creado para este proyecto que fue leyéndose a razón de capítulo por semana. Cada capítulo llevaba una página en blanco (normalmente en la parte central) para que los propios alumnos y alumnas fuesen quienes los ilustrasen. Al final, cada persona se ha llevado su libro "El garum tuvo la culpa" ilustrado por ellos mismos.

El segundo cuaderno,  el preparado para la visita a Baelo Claudia, se realizó con la idea de ir completándolo a medida que se realizara la visita. Cuando se llegó al Conjunto Arqueológico cada alumno y alumna llevaba su cuadernillo donde transcribía y completaba todas las preguntas con la información que le ofrecía el "guía". Por cierto, ese guía se conocía el cuadernillo y destacaba en las explicaciones aquello que era más relevante para que el alumnado pudiese hacer su labor.  Para este cuaderno ha habido también calificación, en este caso, una global que recogía las notas numéricas de cada pregunta o ejercicio que se pedía.

Por último, y como "el imperio romano cayó, dando lugar al comienzo de la Edad Media" se comienza a estudiar dentro de este mismo proyecto sin entrar en grandes profundidades. Se trabaja el tema mediante grupos colaborativos y cooperativos, investigando y desarrollando un mural por cada grupo, que después se expondría en la clase. No voy a entrar en el cómo, sino en el resultado. Tras la elaboración del mural y la exposición, se le pide a cada alumno o alumna que haga un "examen". Pongo esta palabra entre comillas ya que, cuando pensamos en examen lo hacemos en fu formato tradicional: "Listado de preguntas para que respondan algo memorizado con las mismas palabras con las que se ha aprendido sin una relación entre las preguntas". Lo que se les pedía era un mapa conceptual, donde relacionaran lo aprendido y que además lo ilustraran. No os imagináis la visión que tienen de las ropas de los godos, o la realización de "pop-up" a base de post-it, sobres, o "pollitos de pergaminos". Esto llevaba su calificación, teniendo en cuenta tanto los contenidos expresados como la forma de enlazarlos.

Hasta aquí, la parte de la calificación. Todas estas notas aportan su valor a la calificación final del área correspondiente.

Pero esto no era lo importante. Lo que realmente queríamos era saber en qué nivel competencial se encontraba cada una de esas personas que estaban desarrollando ese trabajo.

Aprovechando ya un trabajo realizado (el de rubricar los indicadores de cada área) establecimos una lista de los treinta y dos indicadores que se iban a evaluar más concretamente durante este tercer trimestre. Se iban a trabajar más, pero nos íbamos a centrar en ver los logros de estos treinta y dos, ya que los otros están programados para otro nivel o bien se evaluaron en otros periodos de tiempo. De los indicadores seleccionados, quince correspondían al área de lengua, nueve al de sociales, cuatro al de naturales y otros cuatro al de artística. 

En base a las rúbricas que ya he mencionado antes, se procede a evaluar al alumnado con los grados "iniciado, medio o avanzado", dependiendo de si está en los inicios de conseguirlo, en proceso o lo ha conseguido.


Realmente es esto lo que nos permite saber los logros que cada alumno o alumna tiene, la otra parte es más "normativa".

Además, hay un apartado de observaciones donde se personaliza todo aquello que la tutora estime conveniente.

Toda esta información se le va a facilitar a las familias en la reunión de final de curso que se tenga con ellas, y se les ofrecerá todas las explicaciones sobre la evaluación de los indicadores. Creo que es un paso importante dar esa información y darle más importancia a la parte de la evaluación que a la calificación. La unión de ambas cosas nos lleva a un "informe mix".

Acabo con tres imágenes, una del anverso del informe, otra del reverso y una última de ejemplo del "examen" sobre la Edad Media.








Un saludo, y ¡buen verano!