miércoles, 19 de septiembre de 2018

Un diálogo sobre la evaluación

Buenas noches. (Os dirijo este saludo ya que estoy escribiendo esta entrada cuando ya ha pasado la hora bruja)

Hoy he tenido la suerte de comentar con varios compañeros el tema de la evaluación (como no podía ser de otra forma, conociendo mi alto interés por saber opiniones y otros puntos de vista).

Uno de ellos me comentaba que la evaluación y la calificación, sobre todo la primera, se estaba convirtiendo en algo tan marcado y cerrado que estaba perdiendo el significado. ¿Dónde quedan los aspectos tan importantes en la docencia y que no aparecen en los criterios de evaluación? 

La normativa nos marca que son los criterios los que sirven de referente a la hora de evaluar, pero a nadie se le escapa que hay muchas "cosillas" que tenemos en cuenta y que no aparecen, salvo que encontremos un criterio en el cual podamos incluirlo. Mi respuesta ha sido clara, aunque reconozco que no convincente (tampoco pretendía serlo).

Le comentaba primero que una cosa era la calificación y otra la evaluación. En este punto estábamos de acuerdo ambos, todo sea dicho. 

Con respecto a la evaluación dialogábamos sobre si sólo había que tener en cuenta los criterios o habría algún otro aspecto que tuviéramos necesidad de abordar. Aquí ya discrepábamos un poco. Él daba más importancia al análisis de los procesos y resultados de las rúbricas de instrumentos mientras que yo exponía que eran dos cosas distintas pero complementarias.

Y me explico.

Yo puedo hacer una rúbrica de un instrumento. Puedo definir esa rúbrica en grados, y tratar distintos aspectos que se evalúan con dicho instrumento, o hacer una lista de cotejo para cada uno de los aspectos. Por ejemplo, 


Está claro que en este desarrollo. hay aspectos que habría que buscar bastante bien si se contemplan en un criterio. Probablemente nos demos cuenta que alguno de ellos, que nosotros consideramos básicos para obtener información del nivel del alumnado no lo contemplemos en el análisis criterios que hayamos hecho, Otros aspectos probablemente sí.

La idea está en que tenemos que distinguir entre lo que queremos evaluar y lo que nos marca la normativa. Ésta dice bien claro que tiene que ser criterial, y por lo tanto todo lo que salga del criterio no debe formar parte de la evaluación normativa.

Por lo tanto, una cosa es lo que nosotros queremos saber del alumnado, que nos permitirá saber el nivel que tiene en el desarrollo de los aspectos que nos interesa y otra cosa es la evaluación que llevará al final a la consecución de una calificación acorde a los logros que nos hemos marcado al desglosar el criterio mediante indicadores, estándares o listas de cotejo.

En principio esto puede parecer una doble evaluación, pues no, no es al principio, es que es una doble evaluación. 

Si hemos redactado listas de cotejo de los criterios (ya sabéis que yo abogo por esa línea por ser más objetiva a la hora de calificar), no puedo decir que no tengamos en cuenta los instrumentos de evaluación en los cuales veamos otros aspectos tan importantes como los que aparezcan en dichos criterios.

Ahora cambio de tercio.

Otro compañero me comentaba que no estamos haciendo la evaluación "por competencias", que las competencias no se evaluaban. 

Es verdad. Lo admito. No estoy evaluando por competencias de una forma directa. Indirectamente sí lo estoy haciendo, ya que los criterios están relacionados con las competencias, así que cuando se evalúa un criterio, éste aporta a la competencia un valor, así que, a través de ellos, obtenemos un grado competencial de cada una de las competencias.

Esta es la normativa. ¿Existe una forma directa de evaluar competencias?

Esa es la pregunta del millón. Para ello tendríamos que saber exactamente lo que evaluamos de cada competencia.  La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía publicó unas "Orientaciones para la descripción del nivel competencial adquirido por el alumnado" donde se describía en tres grados rubricados los niveles de logro en cada una de las competencias. ¿Podríamos tener este documento como base para una evaluación por competencias?

Como poder,... podemos. Pero si lo analizamos detenidamente, vemos que se nos queda corto y que hay muchas lagunas. Además,  no estaríamos cumpliendo con la norma de la evaluación por criterios, con lo que nos puede caer algún tirón de orejas.

Creo que por ahora, este tipo de evaluación por competencias "puras" está fuera de nuestro alcance.

Por supuesto, estoy abierto a cualquier sugerencia o a que me saquéis del error, en su caso. De todas maneras prometo seguir pensando.

Un saludo y hasta la próxima.






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