lunes, 31 de enero de 2022

Documento de debate: La formación permanente.

 


A lo largo de todo el documento se repiten unas palabras que serían la base de toda la posible reforma de la función docente: Competencias profesionales docentes.

En el documento están “definidas en una primera aproximación como la integración de conocimientos, destrezas y actitudes que han de ponerse simultáneamente en juego para desempeñar una determinada función profesional y resolver los problemas que pudieran presentarse en una situación singular concreta”.

Pero, claro está, antes de abordar la formación inicial, tratada en la anterior entrada, o la formación permanente, si se ponen como base el desarrollo de esas competencias, habría que definir las mismas para adecuar todas las reformas de cualquier formación y/o acceso a la función docente a las mismas. Sin embargo, esto no se ha hecho así, y creo que se ha comenzado la casa por el tejado. No es cuestión de “vamos a reformar las cosas” y después ya vemos las competencias. Si el pensamiento es tener un profesorado “competente”, vamos a ver en qué consiste primero, y después planteamos todas las reformas necesarias. ¿No es eso lo que se ha hecho con los RD de enseñanzas mínimas? ¿No se han planteado primero las competencias, después se han concretado y posteriormente se han definido las enseñanzas mínimas acordes a esas competencias y objetivos? Pues es lo mismo, en mi opinión, que debería haberse realizado en este documento. Es verdad que es un documento de trabajo, que es para el debate, y que está simplemente esbozado, pero, como sugerencia, podríamos tener una segunda versión en la que se recogieran, como base del trabajo, esas competencias profesionales.

Vamos ya con esta segunda parte: LA FORMACIÓN PERMANENTE

Propuesta de reforma 9. Utilizar como referencia en la formación permanente el Marco de competencias profesionales docentes

En esta propuesta se esboza algo en qué consistirían esas competencias que deberían centrarse en la actuación de los profesores, tanto en la función directiva como en la función docente:

  •  el desempeño de las tareas dentro del aula, en contacto con el alumnado (metodología, evaluación, atención a la diversidad, etc.),
  •  el ejercicio de la tutoría con padres y alumnos y la vinculación al centro, mediante la participación en los órganos de gobierno y participación, 
  • la colaboración en proyectos y programas, la relación con el entorno sociolaboral, la realización de actividades complementarias y extraescolares.

  • Está claro que son grandes grupos, que como idea general podrían estar bien, pero habría que concretar mucho esos grupos competenciales.

    Propuesta de reforma 10. Utilizar como referencia en la formación permanente el Marco de la competencia digital docente.

    Supongo que el motivo de hacer un apartado distinto para la competencia digital docente estará basado en el pensamiento de su inclusión como reforzador de las actuaciones docentes. La actualización digital que se propone, “toma como referencia el marco europeo para la competencia digital de los educadores (DigCompEdu), pero buscando una adaptación al contexto y al sistema educativo español, encaminada a docentes únicamente de la educación formal” y además se incorporarían indicadores de logro de los distintos niveles de desarrollo de las competencias docentes".

    Se puede entender que dentro de las competencias profesionales docentes, habría un apartado dedicado a la formación digital cuyo objetivo primordial fuese alcanzar los indicadores que se establezcan a partir del marco europeo adaptado a la situación española.

    Yo, y perdonadme el atrevimiento, sigo sin tener claro esto. Siempre que pienso en una competencia digital en los docentes, la idea que tengo es de tener como referencia una transversalidad en las demás competencias, no en una específica. Es decir, la competencia digital debería estar integrada en las demás competencias profesionales. Si estamos hablando de una formación, sea inicial o permanente, en la cual el/la docente tenga las herramientas más adecuadas para desarrollar su labor, se debe contemplar todo lo digital dentro de esas competencias, y no como un apartado distinto. Si yo soy competente para el desarrollo de mi materia, o en el trato de alumnado con necesidades, dentro de esa competencia, de ese saber hacer, debería estar el conocimiento de recursos y metodologías que hagan factible desarrollar mi labor tanto para mi alumnado como para mí mismo.

    Tratar la competencia digital como un aspecto distinto a todas las demás competencias es correr el riesgo de debilitar la propia interconexión que debería haber entre todas esas competencias docentes, que por otra parte no conocemos todavía.

    Propuesta de reforma 11. Garantizar la formación permanente del profesorado

    La formación permanente del profesorado es una cuestión compleja, y ya veréis la causa un poco más adelante. Vamos a ver en qué consiste la propuesta:

    “...la formación permanente constituye un derecho y una obligación de todo el profesorado y una responsabilidad de las Administraciones educativas y de los propios centros.” 

     …/...

     “se debe promover entre las diferentes Administraciones educativas el reconocimiento de estos permisos para la formación.” 

     …/... 

     “se debe garantizar que el profesorado se forme en aquellos aspectos que se consideren fundamentales para desempeñar su labor correctamente.”

    Bien, veamos. La formación es un derecho y una obligación. Esa es la primera idea, a la que ser añade otra que dice que se debe de garantizar la formación en aspectos fundamentales.

    Teniendo en cuenta que, la mayor parte de los docentes se forman en su tiempo libre, no sé cómo se habla de derecho y obligación.

    Si consideramos que la formación es una obligación ,no tanto por parte del propio docente (que también), sino por parte de la administración educativa, lo que deberíamos hacer es desarrollar un plan real de formación y actualización del profesorado. En este plan se debería contemplar formación en tiempo lectivo, al igual que hacen muchas empresas con sus empleados. No me vale que se diga que los tiempos que dedican los docentes a formarse fuera del tiempo lectivo ya está contemplado dentro de “ese horario que se tiene fijado y que no es de permanencia en el centro”. No. Un docente no trabaja treinta y siete horas y media a la semana, de las cuales treinta está en el centro de trabajo y el resto trabaja en casa. Todos los que nos dedicamos a la docencia sabemos que no hay horario, y que hay semanas (las menos) que rozamos o no alcanzamos ese horario, pero que la mayor parte de las semanas estamos con muchas más horas de las marcadas en ese horario.

    ¿De verdad alguien piensa que en esas siete horas y media de horario “fuera del centro” a un persona que se dedique a la docencia le da tiempo a realizar todo el trabajo burocrático, a preparar su actividad docente, a preparar las actividades o el material que va a necesitar para que su alumnado no solamente no se aburra, sino que sea atractivo y formador, y que además pase horas y horas formándose? ¿Todo eso cabe en esas horas? Si piensas que sí, te propongo la docencia como trabajo. Comprobarás lo equivocado que estás.

    Propuesta de reforma 12. Asegurar la oferta de aspectos clave en la formación permanente.

    Propone tres aspectos fundamentales:

  • Formación del profesorado en los nuevos currículos y su carácter competencial, en la educación inclusiva, la Agenda 2030 y en sostenibilidad.
  • Formación específica del profesorado en materia de acoso y malos tratos y de prevención, detección y actuación frente a la violencia contra la infancia.
  • Formación específica del profesorado en materia de igualdad: sobre contenidos contrarios a la discriminación por sexo y el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

  • Lo mismo que pasa con la anterior especificación (la competencia digital), pasa con estos temas. ¿Sería necesario bloques aparte? ¿No estaría esto englobado dentro de las competencias profesionales? Creo que seguimos parcelando excesivamente, supongo que por no tener ya definidas las competencias profesionales.

    Propuesta de reforma 13. Fomentar la diversidad de modalidades de formación permanente del profesorado.

    La propuesta se basa en la difusión de las buenas prácticas y en el fomento de distintas formas que impliquen la mejora de la actividad docente.

    Si en la anterior entrada mencionábamos que era imprescindible la participación de profesorado “de a pié” en la formación inicial, no vamos a menospreciar lo que sería la formación entre iguales, que ya lleva tiempo haciéndose y con buenos resultados.


    Acabo la entrada aportando unas ideas en cuanto al tema que nos ocupa.

    Una primera idea sería la de plantear la formación dentro del horario lectivo, con una sustitución del docente que participe en dichas actividades. Pero no una sustitución a cargo de los compañeros del propio centro (profesorado de apoyo, de guardia,...) ocupándose de la clase que queda vacía. Esto se podría hacer perfectamente si contamos con actuaciones en las que se contemple la co-docencia en las aulas.

    Una segunda idea, a partir de la primera, sería la “visita” al profesorado y/o centros en los que se detecten lo que se llama “buenas prácticas”. Pero claro está, esa visita no es la que se puede establecer como ocurre con los planes actuales que distintas administraciones educativas tienen en funcionamiento. Una visita de una mañana a un centro para recibir teóricamente una explicación de lo que se hace no es productivo. Para eso se puede hacer un curso, un webinar o alguna actuación parecida. Se trataría de una inmersión real de al menos una quincena participando en co-docencia con la persona que está desarrollando esa buena práctica. Es la necesidad de implicarse y aprender de las situaciones concretas y del desarrollo que se produce en un tiempo concreto. De ahí la importancia de una co-educación en el centro de origen del profesorado que va a “visitar” al otro centro.


    Hasta aquí la entrada correspondiente a este segundo bloque. Como siempre, estoy abierto al diálogo y a las críticas (constructivas, por favor) a las ideas que se exponen.

    Hasta la tercera entrada en la que abordaremos el acceso a la profesión docente.

    Gracias.







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