lunes, 9 de octubre de 2017

Tercera parte: Evaluar por competencias sin morir en el intento.

Tras las dos primeras partes y la entrada aclaratoria en la que respondía algunas cuestiones que compañeros me habían realizado, me atrevo a comentaros cómo veo yo esta segunda forma de evaluar.

Quiero volver a recalcar, como hice ya hace algunas entradas, que estoy en contra de cualquier tipo de calificación, y que distingo mucho entre evaluación y calificación. Mi intención es mostrar que a partir de la evaluación podemos elaborar una calificación, pero que lo verdaderamente importante es lo primero: la evaluación. Ya sé que la calificación numérica no la podemos quitar, entre otras cosas porque no depende de Andalucía, sino de la norma general nacional, pero sí `podemos cumplir la norma quitándole la importancia al "numerito de marras".

Dicho esto, comienzo la segunda propuesta: "La evaluación competencial mixta en base a los indicadores".

¿Qué quiero decir con la palabra "mixta"?

Uso en esta entrada la palabra mixta en el sentido de "además de la evaluación puramente competencial mediante los indicadores, voy a tener en cuenta otros aspectos".

Los que somos docentes estamos acostumbrados a tener otras variables en cuenta, variables que van desde "ha entregado el trabajo a tiempo", hasta la limpieza de los trabajos, el orden en los cuadernos, el comportamiento, etc, etc. Y siempre (por lo menos yo lo he hecho) han salido de nuestra boca: "si me entregas esto sumo medio punto a la nota", o "por cada falta de ortografía te quito 0,10 puntos".

Quizás, en mis anteriores entradas habréis echado de menos esto. Pues mi nueva propuesta, la "mixta", va en este sentido.

Vámonos al lío.

Cuando queremos incorporar cualquier otro aspecto "extracompetencial" a nuestra evaluación, ¿dónde lo hacemos? Mi propuesta es tenerlos en cuenta en los instrumentos de evaluación. Pero vayamos poco a poco.

Tanto para evaluar como para calificar, sea pura o mixta, yo voy a necesitar, para que sea una evaluación objetiva, unos instrumentos de evaluación.

Los instrumentos de evaluación son todos aquellos recursos que me sirven para obtener datos evaluarles del alumnado. Pueden ser tan diversos como yo quiera, e ir desde la simple observación con su recogida anecdótica en el cuaderno o registro que pudiese tener, exposiciones orales, textos escritos, pruebas físicas, audiciones, ...

Normalmente, mi propuesta a los compañeros que quieren hacer este tipo de evaluación, es que a la hora de establecer la rúbrica del indicador, se le asigne directamente ya un instrumento, y que eso se apruebe por todo el equipo docente que imparte ese área, para que así se pueda unificar criterios y no haya desviaciones por el carácter o la idiosincracia de cada uno de los miembros del claustro.

Y ahora viene la pregunta más difícil: ¿como se compagina la evaluación de indicadores con la de los instrumentos?

Un momento. Estamos hablando de compaginar evaluación dejando aparte la calificación (por ahora), ¿no?

Realizada la aclaración, y partiendo de lo que ya hemos realizado en la evaluación pura por indicadores, ya tenemos grados establecidos. Pues con los instrumentos tendríamos que hacer lo mismo.

Primero haría una lista de los instrumentos que yo voy a usar. (Por salud mental propia no establecería más que los estrictamente necesarios, y nunca, nunca, nunca más de dos instrumento por indicador). Segundo establecería los aspectos que voy a evaluar y establecería grados para esos aspectos.  A la hora de emitir una valoración tendría en cuenta el grado conseguido del indicador y el grado conseguido del instrumento.

Un ejemplo concreto vendría bien. Pongamos para ello que voy a evaluar un indicador cualquiera con el instrumento de "exposición oral". Aviso que instrumentos de evaluación rubricados podemos encontrar en la web cientos, por lo que puedo escoger, adaptar, modificar, o hacer a mi gusto.


A la hora del diseño del instrumento yo he establecido lo siguiente: (la rúbrica está obtenida de internet, de la página que se reseña en la imagen)


Como se ve en esta imagen, esta rúbrica está elaborada en cuatro grados y tiene seis aspectos. Para la evaluación no importa el número de grados ni el número de aspectos. Lo importante es que sepamos que un alumno o alumna ha conseguido o está en un determinado grado de un determinado aspecto. 

Mi informe de evaluación estaría completo si además del nivel competencial incluyo el nivel instrumental.

¿Cómo pasar todo esto a una calificación? Ya que no podemos luchar contra los molinos, aprovechemos el aire fresco de sus aspas. Próxima entrada: pasar de evaluación competencial mixta a "calificación" mixta intentando no morir en el intento, como siempre.





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