miércoles, 2 de enero de 2019

Contestando dudas (II)


Retomamos el tema.

3.- Evaluación objetiva o subjetiva.

Puede darnos la sensación que cuando estamos evaluando hay muchos instrumentos que no son nada objetivos, y que por lo tanto, nos pueden hacer pensar que nuestra forma de evaluar no es "tan correcta" como un examen, donde las respuesta es correcta o no lo es. Creo que eso es incierto.
Nuestro planteamiento debe ser siempre el hacer una evaluación lo más objetiva posible, en la cual los criterios que usemos sean tan universales que no nos hagan estar influenciados por aspectos subjetivos que podamos tener. Eso no quita que seamos personas comprensivas de las distintas situaciones personales del alumnado que tenemos.

Lo que jamás podemos hacer es convertirnos en máquinas correctoras al estilo de esas que se usan para la obtención del permiso de conducir donde tienes que marcar posibles respuestas y que si fallas te bajan la "nota". Aunque tengamos claro la consecución o no de un criterio (independientemente de la fuente que hayamos utilizado: lista de cotejo, rúbrica,...) siempre deberá prevalecer el respeto a las capacidades de la persona. Y estoy hablando de evaluación, no de calificación, ya que ese respeto es parte indispensable del proceso. Para la obtención del numerito en cuestión me basta traspasar el resultado de la evaluación mediante cualquier fórmula que se me ocurra a esa "base diez" tan usada desde hace décadas.

El uso de una evaluación subjetiva, en su caso, debe estar siempre bien razonada y fundamentada, y por supuesto en concordancia con los criterios y capacidades que estamos trabajando y que el alumnado posee.

4.- La evaluación progresiva de los criterios.

En la etapa de Primaria, el currículo está establecido por ciclos. En algunas materias de Secundaria también ocurre los mismo, aunque la mayor parte de ellas está establecido por niveles.

Veamos primero las áreas o materias cuyos criterios están definidos para el ciclo.

Cuando tenemos un criterio para todo un ciclo hay que pensar que el desarrollo que hagamos del mismo debe contemplar su consecución para todo el tiempo que dura ese ciclo. Si yo he planteado una rúbrica o una lista de cotejo la debo de haber planteado para una duración mínima de los dos cursos que dura el ciclo.

Ya he mencionado con anterioridad que mi propuesta va por las listas de cotejo. Cuando desarrollo el criterio puedo perfectamente desglosarlo en cuatro, cinco o los aspectos que me interesen y que de una forma progresiva se puedan trabajar y evaluar en el tiempo que yo crea más oportuno. Es decir, parte del desarrollo del criterio lo puedo hacer en el primer nivel del ciclo y otra parte en el segundo nivel. O puedo repetir y hacerlo en los dos niveles. Lo que sí está claro es que el criterio es "finalista" de ciclo, y es lo que hay que tener en cuenta cuando el alumno o alumna acaba el mismo.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en un criterio de matemáticas del primer ciclo de Primaria:
Este criterio, el 1.7., está pensado para trabajarlo y conseguirlo durante el primer ciclo de Primaria. He realizado la lista de cotejo y tengo 13 aspectos a conseguir a lo largo del ciclo. Dependiendo de los que trabaje en el primer nivel, realizaré la evaluación ésos exclusivamente. El resto no serán evaluados hasta que no los trate en el nivel siguiente. 

Este mismo esquema lo puedo exportar a la temporalización de las evaluaciones. Si en la primera evaluación sólo trato los tres primeros aspectos, son los que me van a dar el cien por cien de la evaluación. Yo voy a poder comentar la consecución de esos tres aspectos en las sesiones de evaluación.  Y si quiero traspasar la consecución de esos aspectos a una nota cuantitativa, cada aspecto conseguido va a acumular una puntuación de 3,33 a la nota del criterio.

La nota final de la materia para esa evaluación sería la nota media de los criterios trabajados. 

Espero haberme explicado.

La idea final es que a lo largo del ciclo, todos los criterios hayan sido evaluados (sí, y calificados también).

Este proceso y metodología descritos para las áreas o materias de ciclo, se puede realizar para el curso, si la materia está orientada al mismo. Ya el currículo establece los criterios para cada curso concreto. En lugar de tener la visión de "finalista de ciclo", el pensamiento sería "finalista de curso".

La normativa nos marca que debemos hacer tres evaluaciones a lo largo del curso académico. Y digo bien, tres evaluaciones con sus informes correspondientes a las familias. 

Estamos acostumbrados a que esas informaciones sean con boletines numéricos, pero yo, en la normativa de evaluación para la etapa de Primaria no he visto que la primera y segunda evaluación deban ser numéricas. En Secundaria sí lo especifica, y por lo tanto en esta etapa no podemos saltarnos  "el dar notas".

Vamos a suponer que el centro decide dar notas en todas las evaluaciones. El proceso ya está descrito antes.  La propuesta es que yo voy recogiendo las observaciones correspondientes a las rúbricas o lista de cotejo durante todo el trimestre, y solamente cuando tengo que hacer un informe o poner notas es cuando realizo el agrupamiento de:

Notas de los criterios trabajados durante el trimestre dividido entre el número de criterios.

La "nota final" del área no sería la nota media de los tres trimestres, sino: 

Notas de los criterios trabajados durante el curso dividido entre el número de criterios.

De igual modo, la nota final del área cuando acaba el ciclo, sería:

Notas de los criterios trabajados durante el curso dividido entre el número de criterios.


Si estamos trabajando mediante lista de cotejo, siempre la consecución del criterio irá en aumento. Igualmente, no habría recuperaciones de criterios/aspectos anteriores. Por ejemplo, si un alumno o alumna es capaz de "sumar kilos" está claro que el criterio que se haya desglosado como "soy capaz de sumar" se cumple perfectamente. Estamos tomando un criterio posterior en el tiempo para marcar la consecución de uno anterior sin tener que usar un instrumento específico para "recuperar" o ver si está conseguido o no.

No quiero acabar esta entrada sin recordar que una parte importante de estas palabras han sido para el tratamiento de la calificación. Por desgracia, todo nuestro sistema de evaluación está basado en notas numéricas. Sigo luchando por intentar cambiar la importancia de esos numeritos y que "salgan" a partir de la auténtica evaluación.

(Continuará)





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