Páginas

jueves, 23 de noviembre de 2017

Una nueva estrella para el cole: la evaluación del alumnado con N.E.E.

En la entrada de ayer recogíamos y comentábamos la integración en los coles. Hoy quiero dar un paso más. La programación y la evaluación que podemos hacer específicamente para ellos.

Ya en el documento: "Cómo evaluar por competencias sin morir en el intento" hacía referencia a cuatro formas de evaluar y calificar al alumnado, todas ellas acordes con el nuevo currículo en el cual los criterios (y los indicadores) son la parte fundamental de todo nuestro diseño educativo.

En dicho documento, las áreas estaban separadas por ciclos, tal y como se recoge en la normativa. Creo que a lo largo de esas páginas todo eso ha quedado claro. Pero,...

¿Dónde queda la atención a la diversidad en este modelo de programación y evaluación (y por ende, la calificación) ? ¿Es posible aplicar estos modelos al alumnado con necesidades especiales?

Vayamos por partes.

En un principio no quiero hacer distinciones entre "refuerzo", adaptaciones curriculares no significativas,  adaptaciones curriculares significativas,... y todo ese maremágnum de nomenclaturas que al final lo que hacen es distraernos de lo realmente importante que es darle el empujón a ese alumnado que lo necesita. La realidad es que nos exigen todo ese papeleo y más a la hora de tratar personalmente al alumno o alumna que lo necesita, perdiendo un tiempo precioso en burocracia.

Tampoco quiero hacer distinción si la persona en concreto tiene un "retraso" de uno o dos o más niveles. Aquí lanzo la primera pregunta: ¿retraso en qué? ¿En los contenidos? Cuidado. Reitero la prevalencia de los criterios e indicadores sobre ellos. Si piensas que lo importante son los contenidos o los temas del libro, creo que si sigues leyendo vas a comenzar a mover la cabeza diciendo un montón de negaciones a las ideas que expongo.

En el documento mencionado, y resumiendo a tope, proponía dos formas de trabajo, una por indicadores y otras por criterios.

Comienzo por el final. Trabajo por criterios. En mi desarrollo del tema proponía que se podía evaluar y calificar mediante lista de cotejos. A tal fin, para cada criterio se elaboraba una de ellas, e incluso, para el mismo criterio podíamos establecer dos listas de cotejo (a especie de rúbrica), una para cada nivel.

Si el alumnado con el que estamos trabajando tiene un "retraso" criterial de un solo nivel pero dentro del mismo ciclo, la solución es fácil: comemos la lista de cotejo del nivel anterior al que está matriculado.

Pero, ¿qué ocurre si está en un primer nivel del ciclo (tercero o quinto) pero su nivel criterial es de un ciclo anterior?

Creo que la solución, y mi propuesta ya la estáis pensando: hacemos la programación para ese alumno o alumna tomando los criterios que tiene que ir consiguiendo a lo largo del tiempo. Por supuesto, una evaluación inicial es estrictamente necesaria. A partir de ella, "programo" los siguientes criterios que vamos a ir trabajando y desarrollando independientemente del ciclo y/o nivel en los cuales el centro los haya marcado dentro de su desarrollo. Si tengo la lista de cotejo de los criterios que he marcado para nuestro alumno o alumna, a medida que vaya consiguiendo aspectos de esa lista de cotejo y por lo tanto, consiguiendo el criterio, podré ir modificando esa programación personal. La calificación final vendría dada por la consecución de esos criterios al igual que se propone en el documento.

Cuando estamos trabajando por indicadores, y los hemos rubricado en base tres, la idea es la misma, aunque aquí os expongo dos pensamientos: uno que es hacer una rúbrica en cuatro aspectos (pre-iniciado, iniciado, medio y avanzado) en el caso que esté en tercero o quinto, o usar la que hemos preparado para el nivel anterior, ya que si está en segundo, cuento o sexto puedo tirar de la rúbrica establecida para primero, tercero o quinto.

Y en el caso que no podamos coger los indicadores de un ciclo no pasa nada: cogemos los del ciclo anterior para hacer esa programación personalizada. En base a ellos, podemos calificar de una forma real al alumnado.

No he hablado de alumnos "de altas capacidades" en concreto, pero entiéndase que si no quiero alargar esta entrada, basta sólo con pensar que cogiendo criterios o indicadores de ciclos o niveles superiores, puedo hacer lo mismo.

No quiero acabar sin dar un pequeño tirón de orejas a los elaboradores de currículos educativos. Me parece que actualmente lo que se incluye en los ciclos son verdaderos cajones estanco a veces inconexas. Alguna persona pensará que todo el currículo está unido por un eje vertebrador que son los objetivos que se tienen que lograr, y que además, lo que hace es desarrollar los famosos estándares de aprendizaje que son los que al final para ciertas personas es lo que va a decir si se logra o no lo desarrollado. No estoy de acuerdo. Pienso que esos estándares, que los contenidos ( por supuesto muchos y repetidos), no es lo que tiene que marcar nuestro trabajo, sino el desarrollo de las capacidades para enfrentarse a problemas cotidianos. No es saber sumar y demostrarlo en un examen con diez cuentas, es aplicar la suma para ver si "entre dos clases podemos llenar un autobús y así nos cuesta menos su alquiler"

2 comentarios:

  1. Me encanta que coincidamos en esto también.
    He entregado a mi claustro una tabla con todos los indicadores de cada ciclo por lo que esta misma tabla se replica a sí misma por nivel.

    Cada docente terminará el curso haciendo un “informe” con ella donde se especifica 3 niveles (no alcanzado, en proceso y alcanzado) particularmente me gusta más la opción de 4 niveles de logro como propones.

    Esta será la base el curso siguiente o trimestralmente para la realización de programaciones, refuerzos, adaptaciones...

    Es la única vía que había encontrado fácil, económica y real para dar cabida a la “mole ingente” de burocracia que tenemos.
    Algunos compañeros sé que piensan que es otro “papel” más y más burocracia pero sé y confirmo con tu escrito que agilizará el trabajo y lo hace real y cercano cumpliendo al mismo tiempo las exigencias normativas.

    ResponderEliminar