Próximamente volvemos a estar en los centros. Se acaba este periodo "no docente" y regresamos a una rutina no demasiado agradable. Algunos de nosotros ya hemos estado durante estos meses cavilando algunas "trastadas" para realizar con el alumnado, y seguro que tenemos previsto algunos proyectos, o metodologías o actividades o... lo que sea, totalmente rompedoras con la clase tradicional. Y eso es maravilloso.
Lo que pasa es que, nos encontramos que en secundaria hay una tradición departamental que es difícil de cambiar, y me refiero en concreto cuando dentro de los criterios de evaluación y calificación establecemos en el departamento que un setenta por ciento de la nota se establece a partir del control (o controles, si hacemos varios en el periodo de evaluación) y un treinta por ciento del resto de notas que tengamos. Y pongo como ejemplo ese 70/30 aunque sé que la mayor parte la división en un 80/20.
Tras la entrada en vigor y la difusión del nuevo currículo de secundaria, de la nueva forma de la obligatoriedad de seguir y evaluar por criterios /estándares, no deberíamos ni siquiera plantear esa forma de calificación porcentual.
Creo que un fuerte diálogo se debe establecer este año dentro de la educación secundaria desarrollando dos aspectos: uno, el tan necesario cambio metodológico, y otro un necesario consenso departamental sobre la forma de calificación y evaluación que olvide porcentaje de pruebas y exámenes y se centre, en todo caso, en el porcentaje o ponderación de los criterios de evaluación.
Dicha ponderación de criterios, junto con los instrumentos que usemos, será lo que nos ofrezca la evaluación (y la calificación) de nuestro alumnado, mucho más que un porcentaje basado en pruebas.
domingo, 27 de agosto de 2017
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